¡Quiero que mi hijo tenga mis gustos y mis aficiones!

Nos situamos en Alcalá la Real (Jaén), año 1962.

Manuel, un agricultor y arriero muy amigo de mi padre, compra un burrito andaluz, pequeño noble y precioso, con la ilusión de regalárselo a su hijo de tres años.

La mayoría de los padres queremos que nuestros hijos tengan los mismos gustos y aficiones que nosotros. Pues, en el caso de Manuel, no pudo ser así, porque su hijo no le hacía ni caso a lo que siempre había visto en su casa, burros, mulos y aparejos de labranza.

Un día, junto a mi padre, fuimos a visitar a Manuel. Yo también tenía tres años. No podéis imaginaros la sorpresa y la alegría que me dio cuando vi a aquel burrito. Manuel se quedó sorprendido de la reacción que tuvo el amiguito de su hijo al encontrarse con el burro. A partir de ese día, aquel maravilloso animal cambió de domicilio, siendo este mi primer burro.

Ahora, a mí, me gustaría que alguna de mis tres hijas siguiera nuestro proyecto, intentando evitar la extinción de nuestros Asnos Andaluces.

Rafael Fuentes, Julio de 2013

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